Otra dimisión, otro escándalo.

Me propuse respetar el período electoral y no criticar a nuestro edil y su peculiar forma de entender el gobierno progresista que los ciudadanos democráticamente quisieron que tuviese nuestro pueblo. La noticia que desayuné el jueves pasado fue que el delegado de seguridad, número dos de la lista y secretario general del Psoe de Castilleja dimitía de la delegación que ostentaba. Mi silencio ha sido meditado hasta no tener toda la información. Para hacerlo de una forma breve, Juanma había conseguido en tan sólo dos meses largos, solucionar el conflicto que el señor Alcalde tenía con nuestra policía local. Había demostrado una vez más que su carácter dialogante y sosegado había conseguido llegar a una solución que fuese satisfactoria para ambas partes. Hace unos días uno de nuestros agentes ha sido brutalmente agredido por un vecino de nuestro pueblo y se encuentra de baja médica. Por ello, y en virtud del acuerdo conseguido el delegado de seguridad ciudadana concedió el pago de unas horas extras para contar en todo momento con el número suficiente de agentes para mantener los niveles de seguridad de nuestro pueblo. El montante del gasto total que suponía era de aproximadamente unos 2000 euros que habían sido aprobados dentro del grupo municipal de gobierno. Lo ináudito del tema es que el señor Alcalde, de motus propio, sin contar con nadie, se niega a realizar ese pago, anula lo negociado y aprobado entre Juan M. Anguas y los miembros de la policía local. Ante esta ingerencia de nuestro regidor y ante no poder mantener lo que de palabra estaba acordado, el delegado decide dimitir de sus funciones, siendo desde el mes de Mayo la segunda persona que pasa por esta delegación y tiene que irse ante las coacciones de quien ostenta la vara de mando. Es obvio que se trata de algo premeditado, intentando menospreciar a una persona que lleva mucho aguantando como secretario general y como concejal. Para nuestro alcalde, existen cuatro concejales malditos, cuatro valientes que le plantan cara, que cuestionan que o se cambia de forma de gobernar o pueden producirse dimisiones en pleno. Es obvio que nos equivocamos al elegir el cabeza de lista en las pasadas elecciones, pero todo es posible dentro de un partido democrático en el cual deciden los militantes en asamblea. En estos días he estado hablando con varios de los concejales de otras formaciones que de forma no oficial, sin querer decirlo abiertamente reconocen que existe cierto acuerdo para quitar el gobierno de Castilleja al actual alcalde. Por ahora no puedo, ni debo comentar más de lo dicho pero cuando pasen estas elecciones, cuando las aguas políticas se relajen puede que exista en nuestro pueblo un notición de esos que hacen historia, de esos que llenan titulares en prensa, de esos que nos dan a los socialistas una imagen que no se corresponde con los militantes. Es fácil entender que la próxima asamblea será "calentita" a menos que desde la dirección del partido en Sevilla se tomen las decisiones necesarias para evitar los escándalos que seguro vendrán.

Isidoro