¿A quién queremos engañar?

Acabamos de asistir a un simulacro de elecciones, a una pantomima que nadie con un poco de decencia democrática se las cree. El aparato del partido sigue viviendo de espaldas a nuestra sociedad. Siguen creyendo que nada en este país ha cambiado, que todo se puede seguir haciendo como se hacía. Lamentablemente, los socialistas hemos desaprovechado una ocasión única para mostrarnos, no sólo a la sociedad andaluza, como un partido abierto, donde todos tuvieran las mismas oportunidades, donde el militante contase, donde la pluralidad de pensamiento se respetara. 

Si algo se ha conseguido en esta farsa es todo lo contrario. Hemos demostrado que el aparato domina la vida política y orgánica, que nada escapa al control de quien te puede dar a dedo un puesto de trabajo para sobrevivir. 

Empiezo de esta forma porque como militante del PSOE-A he tenido varias llamadas para pedirme mi aval, sólo y exclusivamente para la elegida a dedo por el aparato. El resto si querías tenías que buscarte la vida. Las casas del pueblo eran oficinas electorales de nuestra Susana, los resultados de la recogida de avales demuestran como ha sido dicho proceso. Todos los "aparatichis" o amamantados se han reunido para defender a una candidata que no cuenta ni con experiencia política, ni con currículum intelectual, que la pueda encumbrar como líder de nuestra formación. No tiene experiencia laboral, salvo en los puestos dados por el aparato y se nos presenta como defensora de los derechos de los trabajadores sin conocer la problemática de buscar trabajo, de competir por méritos, de los abusos que con la crisis padecemos, de la precariedad de nuestra continuidad laboral..........¿Tú realmente sabes de algo de todo esto?¿Cuántas nóminas que no sean de puestos de confianza tienes? Por este lado, los problemas que pueda conocer no son los que cada uno que nos buscamos la vida tenemos.

Pero quizás su mayor talón de aquiles sea su discurso ideológico. Salvo la verborrea aprendida por los cachorros, en todas sus comparecencias públicas deja patente su falta de talla intelectual y de profundidad de debate que ideológicamente nos está alejando de soluciones alternativas. Suena su discurso a aprendido y falto de conexión con la mayoría de la sociedad. Más de lo mismo.

Con estas maneras y estos candidatos, me hace gracia que todavía dentro del partido no sepan explicar el problema de encuestas que tenemos. El problema es el propio partido, no sus militantes y simpatizantes sino el aparato de enchufados, amigos y pelotillas sin crítica de los que nuestros dirigentes se han rodeado.

saludos.

Isidoro.