Os debo una disculpa

Quisiera empezar por pediros perdón a todos y todas por todo este tiempo que me he tomado para reflexionar, para tomar un poco de aire, para intentar tener perspectiva y comprender como con la edad que tengo me pueden sorprender y defraudar tanto lo que he vivido. Realmente lo he pasado mal porque creía en todo lo que he escrito hasta ahora, porque pensaba que otra forma de hacer socialismo, no sólo en Castilleja, era posible. Perdonad a este pobre iluso si sigo creyendo en las personas, en sus valores, en sus promesas, es mi forma de ser y entender la vida. Pienso que los socialistas no estamos donde estamos a nivel local, regional y nacional por la crisis sino por nuestros propios errores. Por creernos que estamos por encima del bien o del mal, por creernos que en las mayorías de los votos está la razón, por perder nuestras señas de identidad, nuestro compromiso con la ética y con los valores de solidaridad, justicia e igualdad. A día de hoy casi lo hemos perdido todo y así nos va.

Castilleja es en sí misma el espejo de lo que ocurre en Andalucía o en España. Las facciones de los partidos, dirigidas por líderes que no son, se aferran al poder pensando que lo que prometo o digo no vale para nada. Y están equivocados. Ni el liderazgo se improvisa, ni la sociedad olvida. Cada uno es responsable de sus actos y sobre todo de sus silencios.

Es obvio que todo este tiempo en silencio he estado reflexionando si callarme y marcharme, pues estoy asqueado de lo vivido, o seguir en la trinchera peleando por la ética, la decencia y los principios que nunca he abandonado y nunca lo haré.

Hay muchos militantes dentro de este gran partido que es el Psoe que merecen que sigamos, que luchemos, pero algo tiene que cambiar. A día de hoy en Castilleja sólo existe una persona dentro del partido que pueda encabezar la rebelión de los olvidados, de aquellos que no comulgamos con los comités que limitan la libertad, de aquellos que creemos en la razón, en el camino derecho sin estrategias ni consignas, de aquellos que no buscamos ganar por el simple hecho de ganar sino ganar para comprometernos en los hechos, en los principios que nos guían.

Esta asamblea y las consecuencias derivadas de ellas, sólo me sirven para tener claro que la solución a los problemas de los socialistas no está en los dirigentes que se enfrentaron, ni en los cargos que existen, sólo está en los militantes que sean incómodos y rebeldes. La solución está en aquellos que sólo busquen la rectitud de los principios. 

La tercera vía en Castilleja está y existe, sólo falta que la quiera encabezar. Como tú me contaste, soy responsable de mis silencios, ahora ya también de mis actos.

saludos.

Isidoro